La Armada española dota a su buque insignia de combate, Juan Carlos I, con un sofisticado armamento defensivo de torre remotamente controlada de ametralladoras.
Las Fuerzas Armadas de España y la compaña nacional Escribano Mechanical and Engineering (EM&E) han suscrito recientemente un acuerdo millonario para reformar varios buques de combate, entre los cuales se encuentra el mayor buque portaviones construido íntegramente por la industria de defensa de este país europeo, bautizado con nombre de Juan Carlos I, el cual entró en servicio hace diez años.
El buque de asalto anfibio Juan Carlos I es un navío multipropósito y es considerado como la “joya de la corona” de la Armada española. Por el hecho de que España sea un país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la denominación del referido barco otorgado por el ente militar es LHD (Landing Helicopter Dock), una denominación que se les da a los buques que tienen capacidad de aterrizaje para helicópteros.
La reforma de dotación del buque insignia y unos cuantos más de la Armada española, valorada en un total de 11 millones de euros, consiste en la instalación de 4 torres remotamente controladas (RWS, por sus siglas en inglés) a través del sistema Sentinel 2.0 y dotadas de ametralladoras pesadas tipo Browning de calibre de 12,70 milímetros, así como montaje de otras 34 torretas para las demás embarcaciones en cuestión.
Los Sentinel 2.0 reemplazarían sendas posiciones de tiro manual ya existentes en los buques y que utilizan la misma ametralladora. Están equipados con una cámara infrarroja, una cámara de visión diurna y un telemetro láser (LRF, por sus siglas en inglés) que permiten al operador, que maneja una consola en el interior del buque, la localización y seguimiento de objetivos, tanto en condiciones diurnas como nocturnas.
El sistema también tiene capacidad para seguimiento automático de blancos, lo que permite mantener el arma apuntando a un objetivo de manera automática. Además, cuenta con dos interesantes peculiaridades: la posibilidad de desconexión de los automatismos y la operación manual del arma y la integración de un simulador para el adiestramiento de los operadores.
El convenio del blindaje de los buques de combate españoles llega a un puerto luego de que hace un par de meses Teodoro López Calderón, el entonces jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA) de España—actualmente nombrado jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD)— aseguraba que desde 2008 la Armada había llegado a lo “mínimo e imprescindible” como reflejo de sus carencias en la dotación de armamentos defensivos sobre sus embarcaciones de combate.
De hecho, el contrato firmado establece también el suministro de cuatro montajes Sentinel 30 destinados a los patrulleros de altura clase ‘Centinela’, buques de 1100 toneladas que, aunque se encuentran en el tercio final de su vida operativa con unos 28 años de edad, aún pueden prestar buen servicio.
Los Sentinel 30 utilizan la misma filosofía que los Sentinel 2.0, pero están más pesadamente armados al contar con un cañón Mk44 Bushmaster II y reemplazarán a los actuales cañones Mk22 de 3” (76,2 mm) y tiro manual, verdaderas piezas de museo con escaso valor militar.
En 2018, España gastó cerca de 1100 millones de euros para participar en 15 misiones internacionales, con un despliegue total de unos 2500 militares. Muchos de estos desplazamientos son requeridos por la Alianza Atlántica.
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FUENTE : https://www.hispantv.com/noticias/espana/487390/buque-juan-carlos-arma
