Irán es uno de los pocos países del mundo con la capacidad de construir y lanzar misiles desde silos subterráneos, un gran desafío para los enemigos.
Los bunkers subterráneos de misiles del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán se consideran un desafío para el Occidente, pero ahora están al margen por la existencia de “granjas de misiles”, un doble golpe para Estados Unidos y sus aliados.
Si hasta ahora era posible detectar la ubicación de bases o el lanzamiento de misiles balísticos, las ciudades subterráneas de misiles o centros de misiles al monitorear imágenes satelitales y rastrear el movimiento de los lanzadores, a partir de ahora, debido a que no hay el menor rastro o huella de lanzacohetes enterrados en el suelo, no se puede descubrir la ubicación del depósito y disparo de los misiles balísticos.
En las granjas de misiles, los misiles balísticos se colocan dentro de una cápsula de lanzamiento vertical de misiles, y luego esta cápsula se coloca en un pozo en el suelo y se llena de tierra, es decir, se entierra.
Los misiles del CGRI utilizan el sistema de lanzamiento en caliente en sus granjas, donde el misil se enciende en la celda y abre el camino de salida desde la cápsula.
La capacidad misilística de la República Islámica de Irán ha sido objeto de controversia durante muchos años y los enemigos siempre han intentado debilitarla recurriendo a diversas herramientas que tienen a su disposición, como ejerciendo presión con sanciones, acciones de sabotaje industrial, asesinatos a científicos iraníes e identificación de los sitios y las bases de misiles de Irán para que, en caso de una posible guerra, puedan atacarlos.
Sin embargo, estas medidas no solo no lograron hacer retroceder a Irán, sino que se han convertido en una plataforma para su avance a una velocidad increíble.
De hecho, varios expertos opinan que los asesinatos selectivos contra científicos iraníes —el reciente caso es el asesinato del científico nuclear, Mohsen Fajrizade, acaecido el pasado 27 de noviembre— responden a la preocupación de EE.UU. e Israel por el desarrollo tecnológico de Irán.
En mayo de 2018, la Administración estadounidense de Donald Trump retiró a Washington del pacto nuclear de 2015. Desde entonces, la Casa Blanca adoptó la llamada política de “máxima presión contra Teherán”, que incluye amenazas militares, políticas y financieras, además de la imposición de sanciones, para obligar al país persa a ceder ante sus demandas ilegales, particularmente, abrir nuevas negociaciones sobre el convenio de Viena.
Sin embargo, las amenazas y las medidas coercitivas de la Administración norteaemricana han fracasado, tal y como han resaltado las autoriddaes iraníes y diferentes expertos de temas políticos.
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FUENTE : https://www.hispantv.com/noticias/defensa/482914/iran-misiles-granjas-ciudades-subterraneas
